TINTO CON CÉSPED







LA PROPUESTA PLÁSTICA DE LUINE AGUIRRE


Luine Aguirre, parte ante todo de la premisa “yo soy la suma de todos”, valiéndose así de sus relaciones interpersonales con los demás entes de la sociedad: amigos, novio, familiares y demás gente cercana que hace parte de su vida. Ella  que se presenta ante el mundo en primera persona, nos muestra la formación y desarrollo de su “yo” parte de la relación con el “otro”. De aquí es de donde nacen las lecturas, apreciaciones y derivaciones estéticas de lo que ella es, vive y siente.

La búsqueda comienza cuando surge la inquietud por el yo. Mas tarde, hay una indagación de su entorno, planteamientos y exaltaciones de relaciones interpersonales de ella con el mundo.
Todo parte de la elaboración del retrato, en los cuales trata de consignar la información que recoge y valora de cada ser a partir de las diversas personalidades, pero teniendo en cuenta las características principales de los mismos.     
Retratos que no son más que una descripción a partir de textos, objetos e imágenes en el cual se dice todo lo que se es. En el cual se muestra la mayor cantidad de características de lo descrito, y se destaca lo importante, y se ordena y clasifica de la forma más conveniente.  
Luego de realizar un trabajo en el que muestra entre serialidad y sistematización, una unicidad. Queda al descubierto el deseo personal por poseer las personas para ella, de manera que las pueda tener a su lado cuando se quisiese.

Más luego, aparece una serie de retratos ligados a lo gráfico y a lo publicitario de varias de las personas que están con ella. Y en donde se muestran las cualidades físicas, morales o inclusive estéticas de los sujetos.

Aquí ya no solo es lo que se ve de la persona, sino que introduce los elementos que la rodean y que en conjunto hablan de lo que cada uno es y de lo que se apropia para sí mismo en un imaginario ya sea particular o popular.
Inclusive una parte del trabajo recurre al simbolismo que se genera a través de los objetos de las personas y de la carga sentimental para mostrar las personalidades  de cada cual. “La banalidad que carga cada objeto y todo el proceso de decoración a la que se llega luego de un ritual diario de acicalamiento”… Elementos que disponen uno al lado del otro para sentar precedente y hacer presencia. Cosas que aman y que las señalan como cada uno de ellos.
No sólo se trata de realizar una lectura sobre el objeto de decoración, sino también de llevar a imaginarios colectivos para centrarnos en reconocer por medio de las características a las personas que están allí presentes.

Luego inicia el rastreo de reconocimiento de su familia, con su abuela. No solo como abuela propia, sino como prototipo de abuelas que tienen características particulares y actúan de formas especiales. Para este trabajo coge lo más particular de su abuela, y lo relaciona con el común del mismo “personaje”, llegando a unificar así la variadas personalidades de los individuos dependiendo de los roles.

Cada persona con cada cosita hacen parte de lo que ella es, de lo que vive y de lo que hace. Más después de una larga indagación y recorrido “social”, se pasa a una fase más significativa y determinante en su que-hacer artístico.


Después de ciertos procesos en su vida, sigue la etapa de la re-significancia, del conocerse así misma, de lo cual encuentra la necesidad de la elaboración de un duelo pendiente, de llenar  vacios de experiencias inexistentes, anécdotas, y en fin de re-conocer en “una paternidad frustrada” por la ausencia.
“A decir verdad no es para nada fácil tocar estos temas y mucho menos hacerlos recurso de una exploración plástica cuando no se ha tenido nunca una conciencia de lo doloroso que puede llegar a ser siquiera tratarlos, pero la vida nos pone retos en frente y nosotros somos quienes decidimos tomarlos o no, mi padre, una figura utópica, ha sido una de las presencias mas fuertes durante toda mi vida, gracias a él he formado un carácter como persona y él es quien me cuida a diario, pero más que eso, mi padre es para mi un enigma total, y descifrarlo está revolviendo en mi una cantidad de cosas que no sabía tener antes de comenzar esta proceso.”

“En un  grado más avanzado, mi personalidad y la formación de mi identidad, relacionado con lo familiar. La temprana e inesperada muerte de mi padre irrumpió la tranquilidad de mi familia hace poco más de 23 años, evento que impidió que yo lo pudiese conocer, ya que esa es precisamente mi edad, así que a mi alrededor, y gracias al contacto con una inmensa cantidad de gente que lo conoció a él, he podido construir un imaginario de lo que el fue e hizo en su vida, que tiene una gran relación con lo que ahora soy yo, e incluso una grandísima influencia en mi hacer como artista.”

Desde acá es el padre el foco de investigación, él con toda su estética corporal, son los que le aportan y le enriquecen su trabajo y a la vez le ayuda a elaborar el duelo de no haberlo tenido.
Ella realiza un rastreo de lo él era, de lo que tenia, de lo que lo rodeaba, de lo que hacia… en fin, de cómo era él en su totalidad, tratando con esto de reconstruir una historia. En pocas palabras: “husmear en su vida tratando de tenerlo presente aunque este muerto y sin haberlo conocido…”


 Isabel Cristina Rendón Mazo